La vitamina D es una vitamina que nos aporta grandes beneficios para la salud, el único problema es que no la podemos encontrar en grandes cantidades en los alimentos y la mejor forma de conseguirla es a través del sol.
Cuando impactan los rayos ultravioleta sobre la piel, inciden directamente sobre las moléculas de colesterol, esto inicia ese proceso de formación primeramente pasa al hígado, del hígado llega el riñón y ahí es donde ya tendríamos completa esta vitamina en nuestro organismo.
Hay alimentos que tienen vitamina D como el huevo, las setas, la caballa, las sardinas o el aceite de hígado de bacalao y aunque este aceite se consumía de forma habitual en nuestra sociedad hace algunas décadas, actualmente casi no se utiliza.
La vitamina del sol tiene cualidades antidepresivas y muchas personas que sufren de depresión a veces puede ser por un déficit de vitamina D.
En los países del norte de Europa tienen bastantes problemas de depresión debido entre otras factores a que las horas solares son un poco deficitarias, por eso cuando esas personas llegan a España mejoran considerablemente de sus problemas depresivos.
Esta vitamina es muy importante también para los huesos y para los músculos y está indicada en problemas de osteoporosis porque favorece la absorción del calcio. En la actualidad hay estudios que hablan que esta vitamina no es realmente una vitamina, se está considerando en la actualidad como una hormona porque actúa en receptores intranucleares que es justamente como actúan las hormonas.