¡Estamos en temporada de melocotón! ¿conoces todos los beneficios de esta fruta y de sus variedades? En el post de hoy vemos las mejores (y peores) formas de consumirlo. ¡No te lo pierdas!
¿Sabías que en China al melocotón se le conoce como fruta de la inmortalidad? Esta fruta del melocotonero de piel aterciopelada y sabor dulce y ácido a la vez tiene su origen en el país asiático (hay referencias de que se cultivaba hace más de 3.000 años), aunque su producción se ha extendido por todo el mundo. En España es fruta de temporada de mayo y septiembre.
Los melocotones rojos se diferencian de los amarillos en el punto de madurez, siendo estos últimos más dulces y sabrosos (se suele recolectar a mediados de julio mientras que el rojo se obtiene a principio de temporada, dándole un sabor más agridulce).
Las nectarinas, se diferencian físicamente del melocotón en que cuentan con una piel roja y lisa, sin la textura aterciopelada del melocotón. Contrariamente a lo que se pueda pensar, son una variedad del melocotón, no un hibrido entre melocotón y ciruela.
El paraguayo (o paraguaya) o melocotón plano es otra variedad, procedente de una mutación del melocotonero. Físicamente es una fruta parecida a nuestro protagonista de hoy, pero aplastada y sin la piel aterciopelada.
Los melocotones también se pueden encontrar en su forma deshidratada, es lo que se conoce como orejones (también encontramos orejones de albaricoque, entre otros). La fruta deshidratada, como ya vimos en posts anteriores en los que hablábamos de las maneras de comer la fruta es una buena opción para comer fuera de casa (además mantiene sus propiedades, concentrando sus nutrientes al eliminarle el agua).
Al melocotón también se le suele denominar durazno, dependiendo del país, pero son sinónimos (al árbol del que proviene esta fruta, melocotonero ,se le denomina también duraznero).
En España contamos con un melocotón de Denominación de Origen Protegida, el Melocotón de Calanda. Los melocotones de Calada se recolectan al sureste de la depresión del río Ebro, entre Teruel y Zaragoza. Esta variedad de melocotón ha alcanzado su prestigio en el mercado, además de por su gran tamaño, por su sabor y dulzura. A partir de unas técnicas innovadoras y un cuidado exquisito, estos melocotones son considerados por muchos, los mejores melocotones del mundo.
Para reconocer un melocotón de Calanda que cumple con los requisitos de Denominación de Origen basta con fijarnos en su etiqueta, debe ser negra con letras amarillas indicando “Melocotón de Calanda Auténtico”.
El melocotón se caracteriza por aportar muy pocas calorías (35-45 kcal/100g) dado que casi un 90% de su composición es agua. La nectarina contiene más cantidad de carbohidratos que el melocotón, aportando un valor energético mayor.
Uno de los principales beneficios de ésta fruta sobre otras es su contenido en betacaroteno (provitamina A, de acción antioxidante), así como de vitaminas C, E y vitaminas del grupo B.
En cuanto a los minerales, aporta principalmente fosforo, magnesio, zinc, hierro (en su forma no hemo) y potasio. El elevado aporte de este último hace que el consumo de melocotones deba controlarse en casos de problemas renales.
Elevado contenido en fibra soluble que ayuda a regular el colesterol en sangre, mantenernos saciados y mejorar la salud de nuestro microbiota.
Atendiendo al contenido en vitaminas y minerales expuesto anteriormente, se deducen una serie de beneficios o propiedades derivados del consumo de esta fruta.
He dejado para el final la versión del melocotón menos saludable. Y es que, como comentamos en posts anteriores, la fruta en almíbar constituye una de las últimas opciones a tener en cuenta si queremos consumir fruta.
Muy popular en cestas de Navidad, el melocotón en almíbar convierte a esta fruta tan interesante en un postre a base da azúcar. Recordemos que el almíbar se obtiene de trozos de fruta cocidos con jarabe o almíbar, reemplazando el agua de la fruta por este líquido azucarado.
En el pasado era un buen conservante para la fruta, hoy en día no lo necesitamos.
El melocotón, o cualquiera de sus múltiples variantes, siempre mejor al natural.
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