En este artículo, vamos a responder las preguntas más frecuentes que la gente plantea acerca de la diabetes tipo II, que representa el 90% de los casos. Abordaremos los síntomas, las complicaciones y la importancia de la dieta y alimentación en el manejo de esta enfermedad. Nuestro objetivo es brindar información clara y concisa para ayudarte a comprender mejor esta condición y tomar decisiones informadas sobre tu salud.
1. Síntomas de la diabetes tipo II
La diabetes tipo II se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre. A continuación, mencionaremos algunos de los síntomas más comunes que pueden indicar un alto nivel de azúcar en personas con diabetes tipo II:
- Cansancio y fatiga: Sentirse constantemente cansado o con falta de energía puede ser un síntoma de la diabetes tipo II.
- Hambre frecuente: Experimentar un apetito excesivo y una sensación constante de hambre también puede ser un indicio de esta enfermedad.
- Infecciones recurrentes: Las personas con diabetes tipo II son más propensas a desarrollar infecciones en diferentes partes del cuerpo, como el riñón, la vejiga o la piel.
- Aumento de la sed y la micción: Sentir sed intensa y tener que orinar con mayor frecuencia de lo habitual pueden ser signos de diabetes tipo II.
- Problemas de visión: La diabetes puede afectar la salud ocular y causar problemas de visión, como pérdida de nitidez.
Si has sido recientemente diagnosticado con esta enfermedad y aún no la tienes bajo control, es posible que experimentes estos síntomas iniciales.
2. Complicaciones de la diabetes tipo II
Es importante tener en cuenta que llevar una alimentación equilibrada, evitar el sedentarismo, hacer ejercicio físico y tomar los medicamentos recetados pueden ayudar a prevenir y retrasar los daños asociados con la diabetes tipo II. A continuación, mencionaremos algunas de las complicaciones más comunes que pueden surgir debido a esta enfermedad:
- Enfermedades cardiovasculares: La diabetes tipo II puede interferir en la circulación sanguínea, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, como la calcificación de las arterias, los infartos de miocardio o los problemas de circulación en las piernas. Es importante destacar que estas complicaciones se originan con mayor frecuencia cuando la diabetes tipo II coexiste con problemas de obesidad, sedentarismo, tabaquismo o hipertensión.
- Retinopatía diabética: Esta es una complicación frecuente que se produce debido a la falta de riego sanguíneo adecuado a la retina, lo cual puede afectar la visión.
- Otras complicaciones: Además, la diabetes tipo II puede contribuir al desarrollo de otras complicaciones como la disfunción eréctil, la sequedad de la piel, las nefropatías (afecciones renales) y el pie diabético, una patología específica que afecta a los diabéticos.
3. Diabetes tipo 2, dieta y alimentación
La alimentación juega un papel fundamental en el manejo de la diabetes tipo II. Es necesario llevar una vida saludable y equilibrada en cuanto a las comidas. A continuación, te proporcionaremos información sobre la importancia de una dieta adecuada para las personas con diabetes tipo II:
- Distribución de las comidas: Los especialistas y nutricionistas recomiendan dividir las comidas diarias en cinco porciones en lugar de las tres habituales (desayuno, comida y cena). Esto ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables a lo largo del día.
- Control de carbohidratos: Los carbohidratos tienen un impacto directo en los niveles de azúcar en sangre. Es importante controlar la cantidad y tipo de carbohidratos que se consumen. Optar por carbohidratos complejos, como granos enteros, frutas y verduras, en lugar de carbohidratos refinados puede ayudar a mantener la glucosa en sangre estable.
- Importancia de las proteínas y grasas saludables: Las proteínas y las grasas saludables también desempeñan un papel importante en la dieta de las personas con diabetes tipo II. Se recomienda incluir fuentes de proteínas magras, como pollo, pescado, legumbres y productos lácteos bajos en grasa. En cuanto a las grasas, es preferible optar por grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, aguacate, nueces y pescados grasos.
- Control de las porciones: Además de elegir alimentos saludables, es importante controlar las porciones para evitar un consumo excesivo de calorías. El control de las porciones puede ayudar a mantener un peso saludable y controlar los niveles de azúcar en sangre.
- Evitar el consumo de alimentos procesados y azúcares añadidos: Los alimentos procesados suelen contener altos niveles de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Estos ingredientes pueden ser perjudiciales para las personas con diabetes tipo II. Es recomendable optar por alimentos frescos, naturales y preparados en casa.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y las necesidades nutricionales pueden variar. Por ello, es fundamental consultar con un médico o un nutricionista especializado para recibir una orientación personalizada sobre la dieta y alimentación más adecuada para controlar la diabetes tipo II.
Recuerda que llevar una alimentación equilibrada y mantener un estilo de vida saludable, que incluya actividad física regular, son aspectos clave en el manejo de la diabetes tipo II.
¿Cuáles son los niveles deseados de azúcar en la sangre?
El nivel deseado de azúcar en la sangre es el objetivo personal que se busca alcanzar en la diabetes. Tu equipo médico también puede utilizar el término “meta”. Las personas con diabetes tienen metas específicas de niveles de azúcar en la sangre para diferentes momentos del día. Tu equipo médico te recomendará una meta de azúcar en la sangre que sea adecuada para ti. Aquí están las metas clásicas:
Antes de comer: 80 a 130 mg/dL. Dos horas después de comenzar a comer: Menos de 180 mg/dL.
Los momentos para controlar tu nivel de azúcar en la sangre incluyen:
- Al despertar (en ayunas).
- Antes de una comida.
- Dos horas después de una comida.
- Antes de acostarte.
La frecuencia con la que debes verificar tu nivel de azúcar en la sangre dependerá del tipo de diabetes que tengas y si tomas medicamentos para la diabetes. Aquellos que reciben insulina pueden necesitar verificarlo con más frecuencia que aquellos que no la toman.
¿Qué hace que los niveles de azúcar en la sangre sean altos o bajos?
Verificar regularmente tus niveles de azúcar en la sangre te ayudará a identificar qué factores los hacen subir o bajar. Por ejemplo, enfermedades, estrés o ciertos alimentos pueden hacer que los niveles aumenten. Por otro lado, tomar medicamentos, hacer más actividad física o comer menos de lo habitual puede hacer que los niveles disminuyan.
Un nivel alto de azúcar en la sangre, conocido como hiperglucemia, significa que el nivel está por encima del objetivo deseado. Si se mantiene durante mucho tiempo, puede causar problemas de salud graves a largo plazo. Los síntomas de un nivel alto de azúcar en la sangre incluyen:
- Sensación de cansancio extremo.
- Sed excesiva.
- Visión borrosa.
- Aumento de la frecuencia urinaria.
Si estás enfermo y tu nivel de azúcar en la sangre se mantiene por encima de 240 mg/dL después de verificarlo dos veces, debes llamar a tu médico. Si tienes diabetes tipo 1, asegúrate de realizar un análisis de orina para detectar cetonas. Si tienes influenza (gripe), consulta las instrucciones especiales relacionadas en la sección “La influenza y los días de enfermedad”.
¿Qué son las cetonas, la cetosis y la cetoacidosis?
Estos términos parecen similares, pero afectan a las personas con diabetes de diferentes maneras.
- Cetonas: Cuando el cuerpo no tiene suficiente azúcar para obtener energía, el hígado libera azúcar suficiente para que partes del cuerpo como el cerebro, los glóbulos rojos y partes de los riñones puedan utilizarla. Para el resto del cuerpo, el hígado produce un ácido llamado cetonas que procesa la grasa corporal para obtener energía.
- Cetosis: Si el azúcar en la sangre se encuentra en el rango normal, las cetonas generalmente no son perjudiciales. La cetosis ocurre cuando el nivel de cetonas en la sangre o en la orina es alto, pero no lo suficientemente alto como para causar cetoacidosis. Puedes experimentar cetosis si estás siguiendo una dieta baja en carbohidratos o si estás en ayuno.
- Cetoacidosis: Si tienes diabetes tipo 1, puede acumularse un exceso de cetonas en la sangre y desarrollar cetoacidosis diabética. Esta es una condición muy grave que puede llevar al coma o incluso a la muerte. Aunque es raro en personas con diabetes tipo 2, puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos utilizados para tratar este tipo de diabetes. Si tu nivel de azúcar en la sangre se mantiene por encima de 240 mg/dL después de verificarlo dos veces, debes realizar un análisis de orina para detectar cetonas.
Algunas personas optan por entrar en cetosis cuando comienzan una dieta baja en carbohidratos para ayudar a perder peso, como la dieta cetogénica o la dieta de Atkins.
Es importante que hables con tu médico y equipo de atención médica antes de iniciar cualquier plan de dieta. Si tienes diabetes tipo 1, es especialmente importante que consultes con tu médico o equipo de atención médica antes de comenzar una dieta baja en carbohidratos.
Un medidor de glucosa en sangre (glucómetro) Un nivel bajo de azúcar en la sangre, también conocido como hipoglucemia, significa que tu nivel de azúcar en la sangre ha caído por debajo de 70 mg/dL. Esto es más común en personas con diabetes tipo 1. Un nivel bajo de azúcar en la sangre es peligroso y debe tratarse de inmediato. Si recibes insulina o tomas ciertos medicamentos para la diabetes, tienes un mayor riesgo de experimentar niveles bajos de azúcar en la sangre, incluso si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2.
Siempre debes llevar contigo suministros para tratar los niveles bajos de azúcar en la sangre. Si te sientes tembloroso, sudoroso o tienes mucha hambre, verifica tu nivel de azúcar en la sangre. Incluso si no tienes ninguno de estos síntomas pero crees que puedes tener un nivel bajo de azúcar en la sangre, verifica tu nivel. Si tu nivel de azúcar en la sangre es inferior a 70 mg/dL, debes hacer una de las siguientes acciones de inmediato:
- Tomar cuatro tabletas de glucosa.
- Beber cuatro onzas de jugo de fruta.
- Beber cuatro onzas de refresco regular, no dietético.
- Comer cuatro caramelos duros.
Después de uno de estos tratamientos, espera 15 minutos y luego verifica nuevamente tu nivel de azúcar en la sangre. Repite el proceso hasta que tu nivel de azúcar en la sangre sea de 70 mg/dL o más, y come un refrigerio si falta una hora o más para tu próxima comida. Si experimentas niveles bajos de azúcar en la sangre con frecuencia, verifica tu nivel antes de conducir y, si está bajo, trata el problema de inmediato.
¿Cómo afectan los carbohidratos a los niveles de azúcar en la sangre?
Los carbohidratos tienen un impacto directo en los niveles de azúcar en la sangre. Junto con las proteínas y las grasas, los carbohidratos son uno de los tres principales nutrientes que se encuentran en los alimentos y las bebidas. Si tienes diabetes, es importante planificar tus comidas de manera adecuada.
Contabilizar los carbohidratos, es decir, sumar la cantidad de carbohidratos en todo lo que comes y bebes, es una herramienta útil para gestionar tus niveles de azúcar en la sangre.
Cuando consumes carbohidratos, tu cuerpo los descompone en azúcar, específicamente glucosa, que es la principal fuente de energía para el organismo. Esto provoca un aumento en los niveles de azúcar en la sangre. Los diferentes alimentos contienen diferentes cantidades de carbohidratos, por lo tanto, su consumo puede tener un impacto significativo en los niveles de azúcar en la sangre.
Es importante entender cómo diferentes tipos de carbohidratos afectan tus niveles de azúcar en la sangre. Los carbohidratos simples, como los encontrados en azúcares refinados y alimentos procesados, tienden a elevar rápidamente los niveles de azúcar en la sangre.
Por otro lado, los carbohidratos complejos, presentes en alimentos como granos enteros, legumbres y verduras, se descomponen más lentamente y tienen un efecto menos pronunciado en los niveles de azúcar en la sangre.
Controlar y moderar la cantidad y el tipo de carbohidratos que consumes puede ayudarte a mantener niveles de azúcar en la sangre más estables.
Es importante trabajar con tu equipo de atención médica para establecer un plan de alimentación que se adapte a tus necesidades individuales y metas de control de azúcar en la sangre.Recuerda que no todos los carbohidratos son iguales, y es necesario considerar otros factores como la cantidad de fibra, la presencia de otros nutrientes y la forma de preparación de los alimentos. Además, es fundamental combinar una alimentación saludable con otros aspectos del manejo de la diabetes, como la actividad física regular y el uso adecuado de medicamentos si es necesario.Siempre busca el asesoramiento de profesionales de la salud capacitados, como médicos y dietistas, para recibir recomendaciones personalizadas y adecuadas a tu situación específica.