Antes de hablar del metabolismo total y los tipos de metabolismo humano, es importante que introduzcamos el concepto de metabolismo basal. El metabolismo basal es el gasto energético mínimo que un individuo necesita en una situación de reposo (físico o mental) tras un ayuno de 12 horas, también se le conoce como índice metabólico basal o BMR.
De esta forma, medimos la energía consumida en situaciones básicas de mantenimiento de la supervivencia (respiración, circulación sanguínea, mantenimiento de la temperatura corporal, etc.).
Teniendo en cuenta que el gasto energético en reposo puede constituir cerca del 60-75%, de nuestro gasto energético total, cuanto mas energía gastemos en reposo (mas acelerado esté nuestro metabolismo) más quemaremos y más adelgazaremos aún sin estar practicando ejercicio en ese momento, solo manteniendo nuestras funciones esenciales para la supervivencia. Aquí encontramos las mayores diferencias entre unos tipos de metabolismo y otros.
El funcionamiento de nuestro metabolismo tiene un marcado carácter genético, pero esta no es la única variable que va a influir en el funcionamiento de nuestro metabolismo. Es por esto que vamos a encontrar personas con metabolismos muy diferentes (a pesar de compartir genes) e incluso vamos a ver variaciones en el metabolismo en la misma persona en diferentes etapas de su vida.
Los factores que influyen principalmente en el Metabolismo Basal son:
Estas podrían constituir las principales variables que influyen en la cantidad de energía que quemamos en reposo y, por extensión, aquellas que hacen que algunas personas adelgacen más o menos sin que haya variaciones en su ingesta.
Muchas veces me preguntáis qué alimentos podéis comer o dejar de comer para acelerar nuestro metabolismo y así adelgazar.
La respuesta es ninguno en particular. No hay alimentos milagrosos que hagan que quememos más estando sentados.
Ya hemos visto que, a parte del componente genético, una de las variables clave que influye en el gasto energético en reposo es la relación entre la masa magra y la masa grasa. A más masa magra, más acelerado se encuentra nuestro metabolismo y por extensión, más energía utilizamos ( y menos almacenamos).
Mi recomendación pasa por aumentar el ejercicio de fuerza para ser mas eficientes en la quema de energía en reposo ¡Menos alimentos milagro y más mover el esqueleto!
En cualquier caso, gozar de un metabolismo “acelerado” no debería darnos carta blanca para comer lo que queramos por el mero hecho de que no engordamos. Las consecuencias de una mala alimentación van mas allá del peso. En el caso de las personas con un metabolismo humano muy eficiente en la quema de energía, se pierde la referencia del peso como indicador, y esto puede tener consecuencias graves en su salud.
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