Se trata del músculo con, quizás, más responsabilidad en la respiración, ya que es necesario para que las acciones de respiración sean amplias y completas.
Pero insistimos, la risa, es una forma efectiva para entrenar este diafragma.
Obviamente, y también hay estudios que lo demuestran, la risa es buena para hacer frente a las contrariedades y al día con positividad, lo ejercitan en hospitales con la riso-terapia. La razón es que disminuye los niveles de cortisol (apodada “la hormona estrés”), lo cual nos produce relajación.
Cada uno lo siente a su manera, pero lo cierto es que si te ríes a carcajadas, dentro de ti explotan las endorfinas y la serotonina, sustancias relacionadas con el humor y la sensación de bienestar.
El entrenamiento regular del diafragma es mucho más importante de lo que puedes pensar.
Llevamos un estilo de vida sedentario y frecuentemente adoptamos posturas desequilibradas, como cuando nos sentamos dejando chepa, con la espalda inclinada y el pecho hacia abajo. El problema es que esto contrae el diafragma perdiendo alrededor del 50% de su capacidad de movimiento y reduciendo la respiración, afectando esta a todo el organismo.
Sin darte cuenta, una carcajada o una risa, relaja el diafragma, cediendo las fibras musculares y dando la elasticidad que perdemos con los hábitos citados antes.
Por si esto fuera poco, esta acción es buena para el corazón, para muchos músculos, también el cerebro y los pulmones. Mejora la autoestima así como la capacidad para soportar el dolor y cualquier enfermedad. Es fácil, ¡Sonríe que pone guapos!
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