En la era actual, la abundancia de productos alimenticios disponibles en el mercado es abrumadora. Ante esta amplia gama de opciones, es común que nos enfrentemos a la duda de si un producto es adecuado para nuestro consumo o si debemos optar por otro. En esta búsqueda por tomar decisiones más informadas, surge la importancia de saber cómo interpretar las etiquetas nutricionales de los alimentos. En este artículo, exploraremos en detalle qué información proporcionan estas etiquetas y cómo podemos utilizarla para tomar elecciones más saludables en nuestra alimentación.
El etiquetado nutricional de los alimentos no es solo un conjunto de números y palabras en la parte posterior de un envase. Es una herramienta fundamental que nos brinda información valiosa sobre los productos que estamos considerando comprar y consumir. Nos permite conocer aspectos como su origen, ingredientes, contenido nutricional y más. Para garantizar la veracidad de esta información, existe un reglamento, el Reglamento (UE) Nº1169/2011 sobre la Información Alimentaria Facilitada al Consumidor, que establece normas claras sobre cómo debe presentarse el etiquetado.
Este reglamento también busca asegurar que los consumidores tengan acceso a información precisa y relevante para tomar decisiones informadas sobre su alimentación. Además, en 2016 se realizó una modificación importante que hizo hincapié en la necesidad de presentar la información de manera clara y accesible, con un tamaño mínimo de letra y destacando información sobre alérgenos.
El contenido del etiquetado nutricional puede variar dependiendo de si el producto está envasado o no. A continuación, se presentan los elementos esenciales que deben aparecer en la etiqueta, según el tipo de producto:
Es importante notar que esta información debe presentarse de manera clara y legible, siguiendo las pautas del reglamento para proteger los derechos del consumidor.
El punto central del etiquetado nutricional es proporcionar información sobre el contenido nutricional de un producto específico. Esta información es esencial para comprender cómo un alimento puede afectar nuestra dieta y salud. La información nutricional debe presentarse por cada 100 gramos o 100 mililitros del producto, y puede incluir los siguientes elementos:
Es importante notar que esta información permite evaluar el impacto nutricional del producto en nuestra dieta. Adicionalmente, algunos productos pueden incluir información opcional sobre grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, polialcoholes, almidón, fibra, vitaminas y minerales. Estos datos son proporcionales a las ingestas diarias de referencia.
Las declaraciones en el etiquetado de los productos pueden proporcionar información adicional sobre sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Estas declaraciones son mensajes o representaciones visuales que indican aspectos como el contenido energético, la cantidad de nutrientes, propiedades saludables y reducción de enfermedades. Algunos ejemplos de estas declaraciones incluyen:
Sin embargo, estas declaraciones deben cumplir ciertas condiciones para garantizar su veracidad y evitar engaños al consumidor. Por ejemplo, no pueden ser falsas ni ambiguas, no deben promover el consumo excesivo de un alimento y deben basarse en evidencia científica.
Después de comprender los elementos clave del etiquetado nutricional, es esencial saber cómo aplicar esta información en nuestra vida diaria. Algunos consejos prácticos incluyen:
Es importante entender la cantidad que vas a consumir de un producto. Muchas etiquetas proporcion Por ejemplo en un caldo de pollo bajo en sal que nos indica que hay 0,5g de sodio/100ml, podemos calcular que la cantidad de sal es de 1,25g/100ml (0,5g sodio x 2,5).
Cantidad neta: es importante para saber cuánto estamos comprando y cuánto estamos consumiendo. Fíjate que a veces la cantidad neta que contiene el paquete no es lo mismo que la cantidad que deberemos consumir. Ten en cuenta que no hay una norma única de expresión, pero por ejemplo en yogures, postres, sobres de sopa, etc. se utiliza el sistema doble de expresión.
Un postre lácteo vemos que contiene 160g de producto de cantidad neta, pero al mirar el etiquetado vemos que la ración de consumo es de 100g. Por lo tanto si consumes el envase entero estarás ingiriendo 1,6 veces más calorías y nutrientes que los que se detallan en la tabla nutricional. Así que no te dejes engañar por la cantidad neta, asegúrate de comparar también la ración de consumo.
Además de estas recomendaciones generales debes tener en cuenta tus necesidades energéticas, si estás tratando de perder peso, si eres deportista, etc. Siempre puedes acudir a un profesional de la nutrición que te guiará y te asesorará en tu alimentación.
Recuerda que para hacer una compra de alimentos saludables deberás comprar alimentos sin etiqueta o con etiquetas muy cortas.
El “Valor Diario” representa la cantidad de un nutriente que una porción del producto contribuye a tus necesidades diarias.
No necesariamente, ya que lo orgánico se refiere a cómo se cultivan los alimentos en lugar de su valor nutricional.
Depende. Los azúcares naturales presentes en ingredientes como frutas son diferentes de los azúcares añadidos. Es importante observar el contenido total de azúcares y leer la lista de ingredientes para hacer una elección informada.
Busca alérgenos comunes en negrita en la lista de ingredientes y considera buscar orientación médica si tienes alergias graves.
Sí, al comprender las calorías y nutrientes en los productos, puedes tomar decisiones que respalden tus objetivos de pérdida de peso.