Según la organización mundial de la salud, entre el 40 y el 70 % de los tumores podrían evitarse si nuestros hábitos fueran más saludables mejorando la alimentación sin grasas saturadas y azúcares, abandonando malos hábitos como el tabaco y teniendo una vida más activa.
Si abordamos el punto de vista dietético, la glucosa es uno de los alimentos predilectos de las células tumorales y la alimentación puede favorecer el desarrollo de este tipo de problemas.
A través de una mala alimentación, nuestro intestino altera su equilibrio biológico en el que reside el 80% de todo nuestro sistema inmunológico, de ahí la importancia de mantener en buen estado de nuestro sistema inmunitario gracias al aporte de prebióticos y al aporte de probióticos, que estimulen esas pequeñas placas de peyer que son cúmulos del tejido linfático que desencadenan una respuesta del sistema inmunitario y tenemos dispersas por todo el intestino.
Otro factor importante para la prevención de tumores es la vitamina D, muchas mujeres tienen el gen del cáncer de mama positivo y este gen se puede despertar o puede ser que quede dormido y esto en muchas ocasiones depende de una buena presencia de la vitamina D en nuestro organismo, la vitamina D tiene que estar en torno a los 40, 50 o 60 nanogramos por mililitro.
Según diversas fuentes médicas, los niveles adecuados de vitamina D son preventivos del cáncer de mama en la mujer y del cáncer de próstata en el hombre, pero no solo unos niveles correctos de vitamina D previenen los tumores en la mama o próstata, también ayuda a prevenir el cáncer de colon porque la vitamina D mejora el desarrollo y conservación correcto de las células mucosas del intestino.
En la prevención de tumores se han realizados estudios en la universidad autónoma de Barcelona, que han determinado que el aceite de oliva contiene ácidos grasos monoinsaturados del Omega 9, polifenoles como el hidroxitirosol considerado uno de los antioxidantes más potentes y el oleocanthal, un antiinflamatorio que solo se encuentra en el aceite de oliva que frenan la actividad del gen del cáncer de mama.
El oleocanthal es un compuesto polifenólico que se encuentra en el aceite de oliva virgen extra. Se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas similares a las del ibuprofeno. Además, recientes investigaciones sugieren que el oleocanthal podría tener un papel importante en la prevención y el tratamiento del cáncer.
El oleocanthal actúa sobre un enzima llamado ciclooxigenasa-2 (COX-2) que es producido en grandes cantidades en las células cancerosas. El COX-2 es un mediador inflamatorio que promueve el crecimiento y la proliferación celular, así como la angiogénesis y la metástasis. Al inhibir la producción de COX-2, el oleocanthal puede reducir el crecimiento de las células cancerosas.
Diversos estudios han demostrado la efectividad del oleocanthal en la prevención de diferentes tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, colon, próstata, pulmón y páncreas. Un estudio realizado por la Universidad de Rutgers encontró que el oleocanthal induce la apoptosis (muerte celular programada) en células de cáncer de mama sin afectar las células normales. Otro estudio publicado en la revista científica Molecular Nutrition and Food Research encontró que el oleocanthal inhibe el crecimiento de células de cáncer de colon y reduce la formación de tumores en ratones.
Para obtener los beneficios del oleocanthal, es necesario consumir aceite de oliva virgen extra de alta calidad, ya que es la principal fuente de este compuesto. Se recomienda consumir entre dos y cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra al día para obtener la cantidad necesaria de oleocanthal. Además, se puede combinar el aceite de oliva virgen extra con otros alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, para potenciar sus efectos preventivos contra el cáncer.
En resumen, el oleocanthal es un compuesto presente en el aceite de oliva virgen extra que puede ayudar en la prevención y el tratamiento del cáncer al actuar sobre el enzima COX-2 en las células cancerosas. Hay evidencia científica que respalda sus efectos beneficiosos en la prevención de diferentes tipos de cáncer. Para obtener sus beneficios, es importante incorporar el aceite de oliva virgen extra de alta calidad.